En ocasiones que me gana la desilucion al ver tanta estupidez gobernandonos, me pongo a pensar que será mas sencillo, levantarnos en armas y matar narcotraficantes o levantarnos en armas y matar funcionarios publicos, porque son hechos de la misma tela, los funcionarios publicos son los ladrones mas descarados que existen y despues que nos roban debemos darles las gracias y sonreir y si es posible hacerles una porra y ovacionarlos, los funcionarios son los que nos rompen el hocico con la constitucion pero ellos la rompen a ella, tambien son asesinos pero nunca dicen nada, cada uno tiene su enterradito por ahi, que luego salen como cementerios clandestinos, pero para entonces ya habra un chivo expiatorio, los funcionarios publicos tienen una forma de agredir violentamente sin ser reprobados, inventan carteles que luego se les voltean, al final termino en la conclusion que son menos funcionarios que narcotraficantes en todo el pais, pues deberiamos de empezar matando funcionarios.
Anonimo Pérez
EL ¿TE ACUERDAS? Y EL "YO ME ACUERDO..." QUE FORMAN PARTE DE LA HISTORIA JAMAS ESCRITA DE UN PUEBLO.
lunes, 7 de marzo de 2011
EL MEJOR NEGOCIO DE ESTADOS UNIDOS
"¿Traes dinero?, te vendo diez AK-47"
“Si cumples los requisitos y traes el dinero, te vendo ahora mismo 10 AK-47”, afirma un armero en Arizona. Y los requisitos los cumple prácticamente cualquier residente de Estados Unidos. No en balde las principales ciudades de aquel estado son el tianguis de arsenales al que recurren los cárteles mexicanos del narcotráfico. Y mientras el presidente del país vecino le asegura a Felipe Calderón que se ha redoblado la vigilancia fronteriza para evitar el tráfico de armas, la agencia federal encargada de esa misión, la ATF, confiesa a este semanario que esa tarea es prácticamente imposible.
TUCSON, ARIZONA.- El corredor que va de Phoenix a Tucson y de ahí a Nogales y Douglas, en Arizona, es uno de los más grandes mercados de armas para los cárteles mexicanos de las drogas. Ahí las leyes y la narcoviolencia no les interesan a los dueños de las armerías, quienes siguen llenándose los bolsillos.
“No tenemos la culpa de que las armas que vendemos terminen en México; yo cumplo con las leyes federales (de Estados Unidos) y las de Arizona. Si lo que vendo cruza la línea fronteriza, no es mi culpa, es de las autoridades mexicanas, que no saben cuidar sus fronteras”, comenta Joe, armero de Tucson, a este semanario.
El establecimiento de Joe –quien se negó a dar su apellido– está junto a una guardería y a menos de 100 metros de una secundaria. “En Arizona es más difícil conseguir crédito para un auto que comprar 10 rifles. Mi negocio es la venta de armas y mientras las venda conforme a la ley, honestamente, no me importa dónde vayan a parar”, añade.
Como Joe, la mayoría de los dueños de las armerías en este corredor de Arizona no tienen empacho en ofrecer arsenales a quien cumpla los requisitos para comprarlos.
Proceso recorrió 36 armerías en Tucson, Nogales y Douglas, Arizona. Los vendedores repiten de memoria los requisitos para adquirir cualquier arma, desde pistolas hasta fusiles de asalto: comprobante de residencia en el estado (licencia de manejar o identificación emitida por la policía), copia de la tarjeta verde (si no es ciudadano de Estados Unidos) y someterse a la revisión de antecedentes penales, que demora unos 15 minutos.
“Si cumples los requisitos y traes el dinero, te vendo ahora mismo diez AK-47”, afirma Joe al corresponsal mientras señala los cientos de rifles que cuelgan de las paredes de su armería (cuyo nombre también se reserva, a petición del dueño).
Arizona –sobre todo Tucson y Phoenix– es el lugar preferido por los compradores de armas que trabajan para los cárteles de México. La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) considera que los narcotraficantes mexicanos adquieren más de 60% de sus arsenales en esas dos ciudades.
“A quienes compran armas para los cárteles mexicanos les dicen hormigas”, explica a Proceso un agente de la ATF adscrito a Tucson, quien pidió el anonimato. Agrega: “En su mayoría son ciudadanos o residentes legales de Estados Unidos que por ley tienen derecho a comprar las armas que quieran si dicen que son para su uso personal”.
El jueves 3, Barack Obama le aseguró a Felipe Calderón que su gobierno revisa todo lo que cruza la frontera sur de su país para contener el flujo ilegal de armas y dinero. El mismo día Proceso cuestiona al agente de la ATF sobre lo que dijo el presidente de Estados Unidos. “La frontera con México es muy grande y mientras no tengamos más personal, es muy difícil contener el tráfico de armas y dinero”, confiesa.
La afirmación de Obama parece una ironía ante la realidad de la frontera. En Arizona, según Joe, se venden de 100 a 120 armas cada semana. “Es un negocio muy bueno. Tú también deberías poner una armería”, dice Joe al reportero, y suelta una carcajada.
El negocio de las balas
Vender armas en Tucson es un negocio rentable. Exactamente frente al negocio de Joe está su competencia: Tucson Guns and Western Artifacts. A menos de 50 metros hay otra armería, la Second Amendment Sports. Tres tiendas de armas en la misma cuadra, junto a una guardería y una secundaria en uno de los barrios exclusivos de esta ciudad.
En la sociedad estadunidense la cultura de las armas es un derecho constitucional y un modo de vida. Dos kilómetros al oeste de estas tres armerías está la hamburguesería Monkey Burgers, que tiene un letrero junto al menú: “Se le regalará la bebida a la persona que enseñe su arma colocada dentro de su funda”.
En Arizona y Texas –por mencionar sólo dos estados que colindan con México– se permite la portación de armas dentro de sus fundas. Es parte de los derechos de protección personal establecidos en la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
El agente de la ATF en Tucson explica que los casos recientes de arrestos de personas que trafican armas a México demuestran la facilidad con que los cárteles pueden comprar cientos de armas por medio de una sola hormiga. Uriel Patiño, residente legal de origen mexicano arrestado en noviembre de 2009 en Phoenix, en menos de un mes compró en la misma armería 190 fusiles semiautomáticos (en su mayoría AK-47) y 42 pistolas.
Proceso pudo revisar los documentos de la investigación del caso Patiño, donde se sostiene que el hombre afirmó que los fusiles y las pistolas eran para su uso personal, pese a lo cual se le acusó de tráfico de armas, delito por el que podría pasar 30 años en la cárcel. Los dueños de la armería no fueron acusados porque actuaron conforme a la ley.
En California, Arizona, Nuevo México y Texas –estados colindantes con México– las leyes federales obligan a las armerías a reportar a la ATF si una persona compra más de dos pistolas en menos de cinco días. Pero si adquiere sólo dos y espera más de cinco días para volver a comprar, lo puede hacer indefinidamente dentro de la legalidad.
Pero esas mismas leyes en los estados colindantes con México no obligan a reportar las compras múltiples de armas largas.
En estos casos las armerías sólo tienen que llenar una forma –que ni siquiera deben entregar a la ATF– en la que anotan el nombre del comprador, quien declara y firma que quiere las armas para uso personal. Después de 20 años el documento con el nombre del comprador se destruye.
El agente de la ATF asegura que se han encontrado registros de compras de más de 500 armas hechas por una misma persona en menos de un año.
Cabildeo en contra
La ATF calcula que a lo largo de la frontera con México hay unas 8 mil 600 armerías establecidas. Para vigilar que cumplan la ley, la ATF sólo tiene 220 agentes y 165 inspectores. En los últimos 10 años sólo dos expendios de armas han perdido sus licencias por violar las reglamentaciones.
Ante la imposibilidad de controlar las miles de armerías en la frontera, el pasado 17 de diciembre la ATF envió a la Casa Blanca una “norma de emergencia” exigiéndole a Obama que por “decreto ejecutivo” ordenara a las tiendas de armas de los estados fronterizos reportar las ventas múltiples a una sola persona.
La ATF argumenta que en lo que va del sexenio de Calderón, en México la narcoviolencia ha dejado más de 34 mil asesinatos y que en el mismo periodo se han confiscado más de 65 mil armas adquiridas por los cárteles mexicanos en Estados Unidos.
Antes del encuentro de Calderón con Obama el jueves 3 en Washington, funcionarios del gobierno estadunidense esparcieron entre los medios el rumor de que Obama anunciaría ese mismo día que aceptaba el pedido de la ATF.
Pero a menos de 24 horas de la reunión presidencial, un funcionario de la Casa Blanca dio una teleconferencia de prensa y dijo que la respuesta definitiva a la solicitud de la ATF no se anunciaría durante la visita de Calderón.
El 18 de febrero, la Cámara de Representantes del Congreso federal aprobó, por 277 votos contra 149, un exhorto a Obama para que rechace el pedido de la ATF.
La Casa Blanca tiene hasta el próximo lunes 28 para dar una respuesta definitiva. Según los analistas, Obama, quien piensa en la reelección, no se atreverá a ir contra las leyes vigentes en los estados fronterizos por temor a perder el voto de quienes defienden el derecho a comprar y portar armas.
La facilidad con la que se venden armas en Arizona y Texas no es vista por los estadunidenses como un problema de inseguridad y violencia en México. Si los narcotraficantes mexicanos se aprovechan de ello, como lo percibe Joe, nada tiene que ver con lo que dicta la Segunda Enmienda.
No sólo las armerías venden armas. En Arizona también las tiendas de empeño las ofrecen a quienes cumplan los requisitos. Los precios dependen de la marca y el año en que fueron fabricadas.
El corresponsal de Proceso visitó 36 armerías en Arizona y siete en El Paso, Texas, y constató que el precio de un fusil AK-47 oscila entre 499 y 650 dólares. Una pistola puede costar entre 250 y mil 300 dólares.
En El Paso las reglas para la venta de armas son parecidas a las de Arizona: no se pide constancia de residencia en el estado, sólo la copia de la tarjeta verde para quienes no son ciudadanos de Estados Unidos.
Entre las siete armerías que Proceso visitó en El Paso, una está a tres kilómetros de los puentes que comunican con Ciudad Juárez, Chihuahua; las otras seis están a menos de dos kilómetros.
La oficina de la ATF en El Paso rechazó el pedido de entrevista que hizo este semanario, aunque un agente federal asignado a esta región –quien pidió el anonimato– reveló que cada mes aquí se venden por lo menos 850 armas. “Pero nadie tiene cifras exactas”, acota.
No obstante los cálculos que se hacen sobre la cantidad de armas que se venden en puntos como El Paso, las cifras oficiales sobre la confiscación de armamento del lado estadunidense hacen dudar de la eficacia de la cooperación que ofrece Obama a Calderón.
Según documentos oficiales –copia de los cuales obtuvo Proceso– que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) entregó al gobierno de México, en el año fiscal 2010 sólo fueron confiscadas 19 armas de fuego.
El documento de la CBP añade que en lo que va del año fiscal 2011 (que empezó el 1 de octubre de 2010) en el cruce fronterizo El Paso-Ciudad Juárez sólo se han confiscado cuatro armas largas del lado estadunidense.
Armas para todos
El pasado 27 de febrero Joe Muench, columnista de El Paso Times, escribió que la solución al problema de la inseguridad en México es permitir que los mexicanos compren y porten armas de todo tipo para su defensa personal, como en Estados Unidos.
“¿Por qué México no se defiende de los cárteles de las drogas, los extorsionadores, secuestradores? ¿Cómo la gente buena permite que los delincuentes se apoderen de su país virtualmente en cada faceta de la vida cotidiana?
“Es porque no poseen armas para defenderse”, sostiene Muench en su columna. Y para sustentar su tesis describe dos escenarios:
“Primer acto: tres autos tipo Van se ubican sobre una calle, dos cierran el flujo del tráfico y el tercero se para frente a la puerta de una casa. Salen hombres de la camioneta y disparan contra todas las personas que están en la casa. Luego salen huyendo. Llega la policía y encuentra muertos a todos los habitantes de la casa. No se hace ni un arresto.
“Segundo acto: tres autos tipo Van se ubican sobre una calle, dos cierran el flujo del tráfico y el tercero se para frente a la puerta de una casa. Salen hombres de la camioneta y en cuanto patean la puerta de la casa son recibidos con disparos de rifles y escopetas. Resultado, la familia que vive en la casa no está muerta
“Si cumples los requisitos y traes el dinero, te vendo ahora mismo 10 AK-47”, afirma un armero en Arizona. Y los requisitos los cumple prácticamente cualquier residente de Estados Unidos. No en balde las principales ciudades de aquel estado son el tianguis de arsenales al que recurren los cárteles mexicanos del narcotráfico. Y mientras el presidente del país vecino le asegura a Felipe Calderón que se ha redoblado la vigilancia fronteriza para evitar el tráfico de armas, la agencia federal encargada de esa misión, la ATF, confiesa a este semanario que esa tarea es prácticamente imposible.
TUCSON, ARIZONA.- El corredor que va de Phoenix a Tucson y de ahí a Nogales y Douglas, en Arizona, es uno de los más grandes mercados de armas para los cárteles mexicanos de las drogas. Ahí las leyes y la narcoviolencia no les interesan a los dueños de las armerías, quienes siguen llenándose los bolsillos.
“No tenemos la culpa de que las armas que vendemos terminen en México; yo cumplo con las leyes federales (de Estados Unidos) y las de Arizona. Si lo que vendo cruza la línea fronteriza, no es mi culpa, es de las autoridades mexicanas, que no saben cuidar sus fronteras”, comenta Joe, armero de Tucson, a este semanario.
El establecimiento de Joe –quien se negó a dar su apellido– está junto a una guardería y a menos de 100 metros de una secundaria. “En Arizona es más difícil conseguir crédito para un auto que comprar 10 rifles. Mi negocio es la venta de armas y mientras las venda conforme a la ley, honestamente, no me importa dónde vayan a parar”, añade.
Como Joe, la mayoría de los dueños de las armerías en este corredor de Arizona no tienen empacho en ofrecer arsenales a quien cumpla los requisitos para comprarlos.
Proceso recorrió 36 armerías en Tucson, Nogales y Douglas, Arizona. Los vendedores repiten de memoria los requisitos para adquirir cualquier arma, desde pistolas hasta fusiles de asalto: comprobante de residencia en el estado (licencia de manejar o identificación emitida por la policía), copia de la tarjeta verde (si no es ciudadano de Estados Unidos) y someterse a la revisión de antecedentes penales, que demora unos 15 minutos.
“Si cumples los requisitos y traes el dinero, te vendo ahora mismo diez AK-47”, afirma Joe al corresponsal mientras señala los cientos de rifles que cuelgan de las paredes de su armería (cuyo nombre también se reserva, a petición del dueño).
Arizona –sobre todo Tucson y Phoenix– es el lugar preferido por los compradores de armas que trabajan para los cárteles de México. La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) considera que los narcotraficantes mexicanos adquieren más de 60% de sus arsenales en esas dos ciudades.
“A quienes compran armas para los cárteles mexicanos les dicen hormigas”, explica a Proceso un agente de la ATF adscrito a Tucson, quien pidió el anonimato. Agrega: “En su mayoría son ciudadanos o residentes legales de Estados Unidos que por ley tienen derecho a comprar las armas que quieran si dicen que son para su uso personal”.
El jueves 3, Barack Obama le aseguró a Felipe Calderón que su gobierno revisa todo lo que cruza la frontera sur de su país para contener el flujo ilegal de armas y dinero. El mismo día Proceso cuestiona al agente de la ATF sobre lo que dijo el presidente de Estados Unidos. “La frontera con México es muy grande y mientras no tengamos más personal, es muy difícil contener el tráfico de armas y dinero”, confiesa.
La afirmación de Obama parece una ironía ante la realidad de la frontera. En Arizona, según Joe, se venden de 100 a 120 armas cada semana. “Es un negocio muy bueno. Tú también deberías poner una armería”, dice Joe al reportero, y suelta una carcajada.
El negocio de las balas
Vender armas en Tucson es un negocio rentable. Exactamente frente al negocio de Joe está su competencia: Tucson Guns and Western Artifacts. A menos de 50 metros hay otra armería, la Second Amendment Sports. Tres tiendas de armas en la misma cuadra, junto a una guardería y una secundaria en uno de los barrios exclusivos de esta ciudad.
En la sociedad estadunidense la cultura de las armas es un derecho constitucional y un modo de vida. Dos kilómetros al oeste de estas tres armerías está la hamburguesería Monkey Burgers, que tiene un letrero junto al menú: “Se le regalará la bebida a la persona que enseñe su arma colocada dentro de su funda”.
En Arizona y Texas –por mencionar sólo dos estados que colindan con México– se permite la portación de armas dentro de sus fundas. Es parte de los derechos de protección personal establecidos en la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
El agente de la ATF en Tucson explica que los casos recientes de arrestos de personas que trafican armas a México demuestran la facilidad con que los cárteles pueden comprar cientos de armas por medio de una sola hormiga. Uriel Patiño, residente legal de origen mexicano arrestado en noviembre de 2009 en Phoenix, en menos de un mes compró en la misma armería 190 fusiles semiautomáticos (en su mayoría AK-47) y 42 pistolas.
Proceso pudo revisar los documentos de la investigación del caso Patiño, donde se sostiene que el hombre afirmó que los fusiles y las pistolas eran para su uso personal, pese a lo cual se le acusó de tráfico de armas, delito por el que podría pasar 30 años en la cárcel. Los dueños de la armería no fueron acusados porque actuaron conforme a la ley.
En California, Arizona, Nuevo México y Texas –estados colindantes con México– las leyes federales obligan a las armerías a reportar a la ATF si una persona compra más de dos pistolas en menos de cinco días. Pero si adquiere sólo dos y espera más de cinco días para volver a comprar, lo puede hacer indefinidamente dentro de la legalidad.
Pero esas mismas leyes en los estados colindantes con México no obligan a reportar las compras múltiples de armas largas.
En estos casos las armerías sólo tienen que llenar una forma –que ni siquiera deben entregar a la ATF– en la que anotan el nombre del comprador, quien declara y firma que quiere las armas para uso personal. Después de 20 años el documento con el nombre del comprador se destruye.
El agente de la ATF asegura que se han encontrado registros de compras de más de 500 armas hechas por una misma persona en menos de un año.
Cabildeo en contra
La ATF calcula que a lo largo de la frontera con México hay unas 8 mil 600 armerías establecidas. Para vigilar que cumplan la ley, la ATF sólo tiene 220 agentes y 165 inspectores. En los últimos 10 años sólo dos expendios de armas han perdido sus licencias por violar las reglamentaciones.
Ante la imposibilidad de controlar las miles de armerías en la frontera, el pasado 17 de diciembre la ATF envió a la Casa Blanca una “norma de emergencia” exigiéndole a Obama que por “decreto ejecutivo” ordenara a las tiendas de armas de los estados fronterizos reportar las ventas múltiples a una sola persona.
La ATF argumenta que en lo que va del sexenio de Calderón, en México la narcoviolencia ha dejado más de 34 mil asesinatos y que en el mismo periodo se han confiscado más de 65 mil armas adquiridas por los cárteles mexicanos en Estados Unidos.
Antes del encuentro de Calderón con Obama el jueves 3 en Washington, funcionarios del gobierno estadunidense esparcieron entre los medios el rumor de que Obama anunciaría ese mismo día que aceptaba el pedido de la ATF.
Pero a menos de 24 horas de la reunión presidencial, un funcionario de la Casa Blanca dio una teleconferencia de prensa y dijo que la respuesta definitiva a la solicitud de la ATF no se anunciaría durante la visita de Calderón.
El 18 de febrero, la Cámara de Representantes del Congreso federal aprobó, por 277 votos contra 149, un exhorto a Obama para que rechace el pedido de la ATF.
La Casa Blanca tiene hasta el próximo lunes 28 para dar una respuesta definitiva. Según los analistas, Obama, quien piensa en la reelección, no se atreverá a ir contra las leyes vigentes en los estados fronterizos por temor a perder el voto de quienes defienden el derecho a comprar y portar armas.
La facilidad con la que se venden armas en Arizona y Texas no es vista por los estadunidenses como un problema de inseguridad y violencia en México. Si los narcotraficantes mexicanos se aprovechan de ello, como lo percibe Joe, nada tiene que ver con lo que dicta la Segunda Enmienda.
No sólo las armerías venden armas. En Arizona también las tiendas de empeño las ofrecen a quienes cumplan los requisitos. Los precios dependen de la marca y el año en que fueron fabricadas.
El corresponsal de Proceso visitó 36 armerías en Arizona y siete en El Paso, Texas, y constató que el precio de un fusil AK-47 oscila entre 499 y 650 dólares. Una pistola puede costar entre 250 y mil 300 dólares.
En El Paso las reglas para la venta de armas son parecidas a las de Arizona: no se pide constancia de residencia en el estado, sólo la copia de la tarjeta verde para quienes no son ciudadanos de Estados Unidos.
Entre las siete armerías que Proceso visitó en El Paso, una está a tres kilómetros de los puentes que comunican con Ciudad Juárez, Chihuahua; las otras seis están a menos de dos kilómetros.
La oficina de la ATF en El Paso rechazó el pedido de entrevista que hizo este semanario, aunque un agente federal asignado a esta región –quien pidió el anonimato– reveló que cada mes aquí se venden por lo menos 850 armas. “Pero nadie tiene cifras exactas”, acota.
No obstante los cálculos que se hacen sobre la cantidad de armas que se venden en puntos como El Paso, las cifras oficiales sobre la confiscación de armamento del lado estadunidense hacen dudar de la eficacia de la cooperación que ofrece Obama a Calderón.
Según documentos oficiales –copia de los cuales obtuvo Proceso– que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) entregó al gobierno de México, en el año fiscal 2010 sólo fueron confiscadas 19 armas de fuego.
El documento de la CBP añade que en lo que va del año fiscal 2011 (que empezó el 1 de octubre de 2010) en el cruce fronterizo El Paso-Ciudad Juárez sólo se han confiscado cuatro armas largas del lado estadunidense.
Armas para todos
El pasado 27 de febrero Joe Muench, columnista de El Paso Times, escribió que la solución al problema de la inseguridad en México es permitir que los mexicanos compren y porten armas de todo tipo para su defensa personal, como en Estados Unidos.
“¿Por qué México no se defiende de los cárteles de las drogas, los extorsionadores, secuestradores? ¿Cómo la gente buena permite que los delincuentes se apoderen de su país virtualmente en cada faceta de la vida cotidiana?
“Es porque no poseen armas para defenderse”, sostiene Muench en su columna. Y para sustentar su tesis describe dos escenarios:
“Primer acto: tres autos tipo Van se ubican sobre una calle, dos cierran el flujo del tráfico y el tercero se para frente a la puerta de una casa. Salen hombres de la camioneta y disparan contra todas las personas que están en la casa. Luego salen huyendo. Llega la policía y encuentra muertos a todos los habitantes de la casa. No se hace ni un arresto.
“Segundo acto: tres autos tipo Van se ubican sobre una calle, dos cierran el flujo del tráfico y el tercero se para frente a la puerta de una casa. Salen hombres de la camioneta y en cuanto patean la puerta de la casa son recibidos con disparos de rifles y escopetas. Resultado, la familia que vive en la casa no está muerta
Armó Estados Unidos a cártel mexicano para que combatiera a otro
En un intento por acabar con uno de los cárteles que operan al norte de México, agencias federales de Estados Unidos dirigieron un operativo que permitió que miles de armas de grueso calibre fueran introducidas a México con la consigna de que llegaran a manos criminales y así grupos de narcotraficantes se mataran entre ellos.
El operativo Rápido y Furioso, fue maquilado por la oficina de Alcohol, Armas y Tábaco (ATF), y aparentemente fue aprobado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ). Entre las armas introducidas había AK-47, Barret y municiones, revela un estudio realizado por el Centro de Integridad Pública (CPI) y la cadena de noticias CBS.
El estudio se dio a conocer el mismo día que los presidentes Barack Obama y Felipe Calderón se reunieron en la Casa Blanca para anunciar estrategias de seguridad, entre ellas detener el tráfico de armas de Estados Unidos a México.
“Creo que México esta haciendo su parte, ahora nos toca a nosotros hacer la nuestra”, dijo el mandatario estadounidense.
John Dodson, agente investigador del ATF, dijo a CPI que él fue uno de los agentes que más se opusieron al operativo “porque eran armas que, al caer en manos criminales, podían ser utilizadas en nuestra contra”.
“Con el número de armas que dejamos que fueran introducidas a México, nunca vamos a saber del número de personas que fueron asesinadas por esas armas, ni cuánta gente fue abusada, violada, asaltada”, dijo Dodson.
Ricardo Sandoval, uno de los autores de la investigación, indicó que ellos estuvieron enterados de que las armas fueron pasadas por Arizona y Ciudad Juárez, y que uno de los objetivos era beneficiar a un solo cártel para que afectara a su contrincante.
“Creemos que las armas pasaron a Juárez, y que llegaron con solo uno de los cárteles, no sabemos cuál, pero sabemos que, o fue o el de Sinaloa o el del Juárez”, dijo Sandoval.
El operativo fue implementado a finales del 2009, aun cuando varios de sus agentes, entre ellos Dodson, se opuso a que se implementara por las consecuencias que llevaba, a los que los responsables del operativo respondieron que “si se quiere hacer un omelet, deben romperse algunos huevos”.
A más de un año después, el operativo sigue sin generar resultados, incluso, ninguna persona ha sido detenida, revela el reporte de CPI.
Asimismo, explica la investigación, el Departamento de Justicia estuvo enterado de todo el plan, sin embargo, nada hicieron por detenerlo y se dice que hasta lo aprobaron con el fin de dejar que las armas fluyeran, crear un gran caso y terminar con un cártel.
Fuentes del DOJ, explicaron que ellos no estaban enterados de esa situación, y que por tanto no comentarían al respecto, refiriendo todas las preguntas al ATF en Washington.
Sin embargo, el ATF explicó que no revelarían detalles sobre la operación Rápido y Furioso porque se trataba de una investigación en progreso y que de momento no comentarían nada.
Kenneth E. Melson, director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, explica en un comunicado escueto enviado a diferentes medios de comunicación “que se reunirá un grupo especial para examinar su estrategia nacional de tráfico de armas de fuego”.
El documento hace referencia a que todo el operativo se hizo a espaldas de México. Ríodoce intentó conocer la versión de la Procuraduría General de la República, pero hasta el cierre de esta edición no habían regresado ni llamadas ni mensajes relacionados con este asunto.
Cabe destacar que una vez aprobado el operativo, el número de homicidios en México se habría disparado gravemente, según explica un correo electrónico enviado por el supervisor de la operación a los directivos en donde detalla que tan solo “en marzo del 2010 habían ocurrido 958 homicidios, el mes más violento desde 2005, siendo ese mes en que se registró la venta de 359 armas, incluyendo numerosos rifles Barrett calibre .50”.
Asimismo, revela información sacada de los memorandums enviados a los agentes que se oponían a ejecutar la operación, la ATF les comentó que “si pensaban que no era divertido y creían estar en la línea equivocada, quizás en el condado de Maricopa les contratara como agentes de detención, donde les pagarían 30 mil dólares al año por dar de comer a los internos”.
Fue precisamente en ese condado cuando, el 14 de diciembre de 2010, el agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry fue abatido con una de las armas rastreadas en la operación Rápido y Furioso.
Dodson dijo lamentar haber sido parte del plan de la ATF. “Me sentía culpable. No sé cómo explicarlo. En primer lugar, me gustaría decirle a su familia que lo siento”.
Sobre el tema, CBS dijo que Kenneth E. Melson, director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, se limitó a decir “que se reunirá un grupo especial para examinar su estrategia nacional de tráfico de armas de fuego”.
Y mientras nadie explica ni da la cara respecto al operativo, miles de armas circulan en las calles del norte de México.
El senador republicano Charles Grassley, lamentó que esta situación haya ocurrido y dijo que exigiría resultados, y si es necesario llevar a los responsables a la justicia, lo haría.
“Es doloroso que por esta situación haya muerto un agente estadounidense, y si tenemos que llegar hasta el fondo de esto, lo vamos a hacer, porque es una situación grave”, dijo el senador.
La situación indignó a un agente del estado, quien lamentó estar poniendo su vida en la línea de fuego, para que sean los propios gobiernos quienes finalmente arman a los criminales que ellos muchas veces pelean.
“Han matado compañeros que han sido víctimas de la violencia que vive el país, y no es justo que ahora nos enteremos que es el mismo Estados Unidos, los mismos que nos exigen resultados, quienes terminan armando a las bandas de criminales”, dijo el agente, quien solicitó no se revelara su nombre.
En un intento por acabar con uno de los cárteles que operan al norte de México, agencias federales de Estados Unidos dirigieron un operativo que permitió que miles de armas de grueso calibre fueran introducidas a México con la consigna de que llegaran a manos criminales y así grupos de narcotraficantes se mataran entre ellos.
El operativo Rápido y Furioso, fue maquilado por la oficina de Alcohol, Armas y Tábaco (ATF), y aparentemente fue aprobado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ). Entre las armas introducidas había AK-47, Barret y municiones, revela un estudio realizado por el Centro de Integridad Pública (CPI) y la cadena de noticias CBS.
El estudio se dio a conocer el mismo día que los presidentes Barack Obama y Felipe Calderón se reunieron en la Casa Blanca para anunciar estrategias de seguridad, entre ellas detener el tráfico de armas de Estados Unidos a México.
“Creo que México esta haciendo su parte, ahora nos toca a nosotros hacer la nuestra”, dijo el mandatario estadounidense.
John Dodson, agente investigador del ATF, dijo a CPI que él fue uno de los agentes que más se opusieron al operativo “porque eran armas que, al caer en manos criminales, podían ser utilizadas en nuestra contra”.
“Con el número de armas que dejamos que fueran introducidas a México, nunca vamos a saber del número de personas que fueron asesinadas por esas armas, ni cuánta gente fue abusada, violada, asaltada”, dijo Dodson.
Ricardo Sandoval, uno de los autores de la investigación, indicó que ellos estuvieron enterados de que las armas fueron pasadas por Arizona y Ciudad Juárez, y que uno de los objetivos era beneficiar a un solo cártel para que afectara a su contrincante.
“Creemos que las armas pasaron a Juárez, y que llegaron con solo uno de los cárteles, no sabemos cuál, pero sabemos que, o fue o el de Sinaloa o el del Juárez”, dijo Sandoval.
El operativo fue implementado a finales del 2009, aun cuando varios de sus agentes, entre ellos Dodson, se opuso a que se implementara por las consecuencias que llevaba, a los que los responsables del operativo respondieron que “si se quiere hacer un omelet, deben romperse algunos huevos”.
A más de un año después, el operativo sigue sin generar resultados, incluso, ninguna persona ha sido detenida, revela el reporte de CPI.
Asimismo, explica la investigación, el Departamento de Justicia estuvo enterado de todo el plan, sin embargo, nada hicieron por detenerlo y se dice que hasta lo aprobaron con el fin de dejar que las armas fluyeran, crear un gran caso y terminar con un cártel.
Fuentes del DOJ, explicaron que ellos no estaban enterados de esa situación, y que por tanto no comentarían al respecto, refiriendo todas las preguntas al ATF en Washington.
Sin embargo, el ATF explicó que no revelarían detalles sobre la operación Rápido y Furioso porque se trataba de una investigación en progreso y que de momento no comentarían nada.
Kenneth E. Melson, director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, explica en un comunicado escueto enviado a diferentes medios de comunicación “que se reunirá un grupo especial para examinar su estrategia nacional de tráfico de armas de fuego”.
El documento hace referencia a que todo el operativo se hizo a espaldas de México. Ríodoce intentó conocer la versión de la Procuraduría General de la República, pero hasta el cierre de esta edición no habían regresado ni llamadas ni mensajes relacionados con este asunto.
Cabe destacar que una vez aprobado el operativo, el número de homicidios en México se habría disparado gravemente, según explica un correo electrónico enviado por el supervisor de la operación a los directivos en donde detalla que tan solo “en marzo del 2010 habían ocurrido 958 homicidios, el mes más violento desde 2005, siendo ese mes en que se registró la venta de 359 armas, incluyendo numerosos rifles Barrett calibre .50”.
Asimismo, revela información sacada de los memorandums enviados a los agentes que se oponían a ejecutar la operación, la ATF les comentó que “si pensaban que no era divertido y creían estar en la línea equivocada, quizás en el condado de Maricopa les contratara como agentes de detención, donde les pagarían 30 mil dólares al año por dar de comer a los internos”.
Fue precisamente en ese condado cuando, el 14 de diciembre de 2010, el agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry fue abatido con una de las armas rastreadas en la operación Rápido y Furioso.
Dodson dijo lamentar haber sido parte del plan de la ATF. “Me sentía culpable. No sé cómo explicarlo. En primer lugar, me gustaría decirle a su familia que lo siento”.
Sobre el tema, CBS dijo que Kenneth E. Melson, director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, se limitó a decir “que se reunirá un grupo especial para examinar su estrategia nacional de tráfico de armas de fuego”.
Y mientras nadie explica ni da la cara respecto al operativo, miles de armas circulan en las calles del norte de México.
El senador republicano Charles Grassley, lamentó que esta situación haya ocurrido y dijo que exigiría resultados, y si es necesario llevar a los responsables a la justicia, lo haría.
“Es doloroso que por esta situación haya muerto un agente estadounidense, y si tenemos que llegar hasta el fondo de esto, lo vamos a hacer, porque es una situación grave”, dijo el senador.
La situación indignó a un agente del estado, quien lamentó estar poniendo su vida en la línea de fuego, para que sean los propios gobiernos quienes finalmente arman a los criminales que ellos muchas veces pelean.
“Han matado compañeros que han sido víctimas de la violencia que vive el país, y no es justo que ahora nos enteremos que es el mismo Estados Unidos, los mismos que nos exigen resultados, quienes terminan armando a las bandas de criminales”, dijo el agente, quien solicitó no se revelara su nombre.
EL EJERCITO EN TAMAULIPS
Mediante un comunicado emitido por la Secretaría de la Defensa Nacional se dio a conocer que el pasado día 4 de marzo, elementos del Ejército Mexicano repelieron dos agresiones por parte de integrantes de la delincuencia organizada en el municipio de Valle Hermoso, Tamaulipas.
De los hechos resultaron seis sicarios muertos, así también se pudo realizar la captura de un hombre y una mujer pertenecientes a una organización delictiva.
Se logró el aseguramiento de 4.53 kilogramos de Marihuana; 404 gramos de Cocaína; 13 armas largas; 2,128 cartuchos; 155 cargadores; una granada de fragmentación; cuatro vehículos; aparatos de radio comunicación; entre otras cosas.
Personal militar realizó otras operaciones en la misma jornada, estas en Reynosa, Matamoros, Ciudad Mante, Camargo, y Ciudad Mier.
ASEGURAMIENTOS
En Reynosa: 60 kilogramos de Marihuana; 10 cargadores; 30 cartuchos; y un vehículo.
En Matamoros: ocho armas largas; dos armas cortas; 52 cargadores; 3,006 cartuchos; una granada de fragmentación; y cuatro vehículos.
En Ciudad Mante: 17 cartuchos; una granada de gas lacrimógeno; y aparatos de radios comunicación.
En Camargo: 31 kilogramos de Marihuana, que estaban divididos en cuatro paquetes.
En Ciudad Mier: tres armas largas; 476 cartuchos; 31 cargadores; y 76 uniformes tipo militar.
Acciones del 5 de marzo...
En otro comunicado oficial se informó sobre más acciones realizadas en el estado de Tamaulipas.
Personal del Ejército repelió una agresión en Río Bravo, como resultado un sicario fue abatido, otros tres fueron capturados. También se aseguraron cuatro armas largas; 65 cargadores; 1,350 cartuchos; ocho pantalones, cinco camisolas y una chamarra tipo militar; y un vehículo.
ASEGURAMIENTOS
En Miguel Alemán: cinco armas largas; 23 cargadores; y 459 cartuchos.
En Valle Hermoso: dos armas largas; 16 cargadores; y 700 cartuchos.
En Matamoros: un vehículo; y 19 paquetes de Marihuana con aproximadamente 92 kilogramos.
De los hechos resultaron seis sicarios muertos, así también se pudo realizar la captura de un hombre y una mujer pertenecientes a una organización delictiva.
Se logró el aseguramiento de 4.53 kilogramos de Marihuana; 404 gramos de Cocaína; 13 armas largas; 2,128 cartuchos; 155 cargadores; una granada de fragmentación; cuatro vehículos; aparatos de radio comunicación; entre otras cosas.
Personal militar realizó otras operaciones en la misma jornada, estas en Reynosa, Matamoros, Ciudad Mante, Camargo, y Ciudad Mier.
ASEGURAMIENTOS
En Reynosa: 60 kilogramos de Marihuana; 10 cargadores; 30 cartuchos; y un vehículo.
En Matamoros: ocho armas largas; dos armas cortas; 52 cargadores; 3,006 cartuchos; una granada de fragmentación; y cuatro vehículos.
En Ciudad Mante: 17 cartuchos; una granada de gas lacrimógeno; y aparatos de radios comunicación.
En Camargo: 31 kilogramos de Marihuana, que estaban divididos en cuatro paquetes.
En Ciudad Mier: tres armas largas; 476 cartuchos; 31 cargadores; y 76 uniformes tipo militar.
Acciones del 5 de marzo...
En otro comunicado oficial se informó sobre más acciones realizadas en el estado de Tamaulipas.
Personal del Ejército repelió una agresión en Río Bravo, como resultado un sicario fue abatido, otros tres fueron capturados. También se aseguraron cuatro armas largas; 65 cargadores; 1,350 cartuchos; ocho pantalones, cinco camisolas y una chamarra tipo militar; y un vehículo.
ASEGURAMIENTOS
En Miguel Alemán: cinco armas largas; 23 cargadores; y 459 cartuchos.
En Valle Hermoso: dos armas largas; 16 cargadores; y 700 cartuchos.
En Matamoros: un vehículo; y 19 paquetes de Marihuana con aproximadamente 92 kilogramos.
TEMEN VENGANZA DE LOS ZETAS EN ZACATECAS
Temen venganza de “Los Zetas”
El 27 de febrero, un comando irrumpió en casas y “levantó” al delegado; vecino mata a dos sicarios
BATALLA. Cuando los pistoleros pretendieron ingresar a la casa de la familia Ortiz Soriano, en la calle Niño Artillero, de Villa Cárdenas, fueron recibidos a balazos por un joven de 24 años
En Villa Cárdenas se respira el miedo. Sus habitantes viven con el temor de que un grupo armado que opera en el norte de Zacatecas y que secuestró a su delegado municipal cumpla su amenaza de volver en busca de venganza, porque se negaron a entregar sus armas de caza y los ahuyentaron a balazos.
El 25 de febrero pasado, el delegado municipal Jesús Torres, de 52 años, convocó a los poco más de 500 pobladores de Villa Cárdenas, municipio de Francisco R. Murguía, 210 kilómetros al norte de la ciudad de Zacatecas, para informarles que un grupo de Los Zetas exigió que les entregaran todas las armas que había en el pueblo.
Torres indicó que los pistoleros amenazaron con atacar al poblado si las armas no estaban concentradas al día siguiente en el Salón Ejidal.
Un caso similar se había registrado tres meses atrás en la comunidad de San Lucas, también municipio de Francisco R. Murguía, limítrofe con Durango, además de que se sabía que en esa región serrana, que comprende los municipios de Río Grande y Juan Aldama, operaba ese grupo armado con amplia libertad.
“Se escuchaba que cometían atracos, secuestraban y extorsionaban a gente con posibilidades económicas, pero nunca esperamos que les interesara llevarse las armas que utilizamos para la caza o por tradición”, comentó uno de los habitantes.
“Cuando supimos que Los Zetas querían reunidas las armas en ese salón casi nadie dijo nada. Nos sorprendimos, pero sabíamos que eso mismo había ocurrido en San Lucas y quedó la duda si de verdad irían al pueblo y quiénes de los pobladores entregarían sus armas”, agregó el vecino.
La negativa de los habitantes para entregar sus armas llevó a los pistoleros a iniciar una búsqueda casa por casa, lo que derivó en el secuestro del delegado municipal y una cruenta balacera cuando uno de los vecinos se enfrentó a los asaltantes y tras matar a dos de ellos ahuyentó al grupo.
Huir o defenderse
Una de las hijas del delegado municipal secuestrado, y cuyo paradero aún se ignora, relató haber aconsejado a su padre que se fuera de Villa Cárdenas, pero Torres contestó que no tenía por qué huir. “Siempre hizo frente a los problemas del pueblo. Aquí es gente noble. La mayoría no tenemos armas, tenemos puros cuchillos cebolleros”, añadió la hija.
El 27 de febrero, cerca de las 13:00 horas, arribó el comando al pueblo y detuvo al delegado, al que pretendían utilizar como rehén. Su familia aseguró que “no lo golpearon” y prometieron “regresarlo con vida”.
Luego de que irrumpieron en varias casas, al penetrar en la de la familia Ortiz Soriano, en la calle Niño Artillero de Villa Cárdenas, fueron recibidos a balazos por un joven de 24 años de edad, quien debido a que su padre había viajado a Durango optó por hacerles frente mientras su familia escapaba por el corral.
El hombre logró abatir al primer sicario con una pistola calibre 22 y tras apropiarse de un rifle que llevaba el asaltante disparó y mató al segundo, mientras Los Zetas se defendían haciendo estallar varias granadas. Las esquirlas y los balazos destruyeron la puerta principal, en la que se mostraba parte de la palabra “Bienvenidos”, uno de los adornos colocados para celebrar una boda reciente.
Abandonan camioneta
En su retirada, los asaltantes abandonaron frente a la casa una camioneta RAM roja, con placas de Aguascalientes y numerosos impactos de balas de grueso calibre.
La gran cantidad de sangre hizo suponer a los peritos que Los Zetas pudieron haber tenido más bajas, según indicó el procurador de Justicia del estado, Arturo Nahle.
Informes no confirmados indicaron que un día después del enfrentamiento se efectuaron dos funerales clandestinos en los municipios de Trancoso y Río Grande.
Después del ataque de Los Zetas muchas familias huyeron debido a que durante 18 horas los cadáveres de los dos pistoleros, no identificados, permanecieron tirados porque al poblado no llegó la policía ni hubo presencia militar para resguardar el lugar.
Un miedo colectivo surgió de la posible venganza. Se desconocía si Los Zetas volverían para atacar a todo el pueblo o sólo a la familia Ortiz, por lo que muchas familias se internaron en el monte, donde permanecieron varios días hasta que llegó la Policía Estatal.
Otras más simplemente se fueron y aún no regresan. Dejaron abandonadas casas y animales domésticos. “Mire, esos caballos andan libres en manada todo el día. Son de una familia que huyó”, dijo uno de los pocos hombres que deambulan por el pueblo.
Ni música ni risas
En todo el poblado zacatecano hay silencio y en ninguna casa se escucha la música que transmite la radio, como sucedía antes. Tampoco se escuchan las risas de los niños, quienes dejaron de asistir a clases, y la mayoría de las tiendas están cerradas.
Algunos se arriesgan a montar a caballo y otros a recorrer unos 50 kilómetros en sus vehículos para comprar provisiones, por un camino estrecho de terracería entre huizaches y remolinos de polvo.
El temor de los habitantes se mantiene, a pesar de que el gobierno estatal decidió destacar en la entrada del poblado Villa Cárdenas un numeroso contingente armado.
Se respira miedo y al ingreso de vehículos al pueblo la gente se esconde en sus casas.
En tanto, la hija del delegado secuestrado no pierde las esperanzas de ver regresar vivo a su padre.
Cargos que pesan
Preocupado, el alcalde de Francisco R. Murguía, Alfredo Ortiz del Río, intenta mantenerse firme, pero admite que su municipio está rebasado por la delincuencia y por eso su policía acudió al llamado de los pobladores de Villa Cárdenas, pero se retiró en espera de apoyo del gobierno estatal.
Nieves, la cabecera del municipio, cuenta con seis policías por turno, dos patrullas y una decena de armas “que no están al nivel que usan esos grupos”, admitió el alcalde
El municipio zacatecano cuenta con 21 mil habitantes en 73 comunidades que actualmente enfrentan problemas por la sequía que ha afectado la agricultura y la ganadería, lo que ha llevado a 30% de su población a emigrar hacia Estados Unidos.
El alcalde admitió que con la presencia de grupos delictivos, la situación del municipio “se ha complicado”, aunque está consciente de que la inseguridad y la delincuencia organizada azotan a todo el país. “No queda más que seguir adelante”, agregó
El 27 de febrero, un comando irrumpió en casas y “levantó” al delegado; vecino mata a dos sicarios
BATALLA. Cuando los pistoleros pretendieron ingresar a la casa de la familia Ortiz Soriano, en la calle Niño Artillero, de Villa Cárdenas, fueron recibidos a balazos por un joven de 24 años
En Villa Cárdenas se respira el miedo. Sus habitantes viven con el temor de que un grupo armado que opera en el norte de Zacatecas y que secuestró a su delegado municipal cumpla su amenaza de volver en busca de venganza, porque se negaron a entregar sus armas de caza y los ahuyentaron a balazos.
El 25 de febrero pasado, el delegado municipal Jesús Torres, de 52 años, convocó a los poco más de 500 pobladores de Villa Cárdenas, municipio de Francisco R. Murguía, 210 kilómetros al norte de la ciudad de Zacatecas, para informarles que un grupo de Los Zetas exigió que les entregaran todas las armas que había en el pueblo.
Torres indicó que los pistoleros amenazaron con atacar al poblado si las armas no estaban concentradas al día siguiente en el Salón Ejidal.
Un caso similar se había registrado tres meses atrás en la comunidad de San Lucas, también municipio de Francisco R. Murguía, limítrofe con Durango, además de que se sabía que en esa región serrana, que comprende los municipios de Río Grande y Juan Aldama, operaba ese grupo armado con amplia libertad.
“Se escuchaba que cometían atracos, secuestraban y extorsionaban a gente con posibilidades económicas, pero nunca esperamos que les interesara llevarse las armas que utilizamos para la caza o por tradición”, comentó uno de los habitantes.
“Cuando supimos que Los Zetas querían reunidas las armas en ese salón casi nadie dijo nada. Nos sorprendimos, pero sabíamos que eso mismo había ocurrido en San Lucas y quedó la duda si de verdad irían al pueblo y quiénes de los pobladores entregarían sus armas”, agregó el vecino.
La negativa de los habitantes para entregar sus armas llevó a los pistoleros a iniciar una búsqueda casa por casa, lo que derivó en el secuestro del delegado municipal y una cruenta balacera cuando uno de los vecinos se enfrentó a los asaltantes y tras matar a dos de ellos ahuyentó al grupo.
Huir o defenderse
Una de las hijas del delegado municipal secuestrado, y cuyo paradero aún se ignora, relató haber aconsejado a su padre que se fuera de Villa Cárdenas, pero Torres contestó que no tenía por qué huir. “Siempre hizo frente a los problemas del pueblo. Aquí es gente noble. La mayoría no tenemos armas, tenemos puros cuchillos cebolleros”, añadió la hija.
El 27 de febrero, cerca de las 13:00 horas, arribó el comando al pueblo y detuvo al delegado, al que pretendían utilizar como rehén. Su familia aseguró que “no lo golpearon” y prometieron “regresarlo con vida”.
Luego de que irrumpieron en varias casas, al penetrar en la de la familia Ortiz Soriano, en la calle Niño Artillero de Villa Cárdenas, fueron recibidos a balazos por un joven de 24 años de edad, quien debido a que su padre había viajado a Durango optó por hacerles frente mientras su familia escapaba por el corral.
El hombre logró abatir al primer sicario con una pistola calibre 22 y tras apropiarse de un rifle que llevaba el asaltante disparó y mató al segundo, mientras Los Zetas se defendían haciendo estallar varias granadas. Las esquirlas y los balazos destruyeron la puerta principal, en la que se mostraba parte de la palabra “Bienvenidos”, uno de los adornos colocados para celebrar una boda reciente.
Abandonan camioneta
En su retirada, los asaltantes abandonaron frente a la casa una camioneta RAM roja, con placas de Aguascalientes y numerosos impactos de balas de grueso calibre.
La gran cantidad de sangre hizo suponer a los peritos que Los Zetas pudieron haber tenido más bajas, según indicó el procurador de Justicia del estado, Arturo Nahle.
Informes no confirmados indicaron que un día después del enfrentamiento se efectuaron dos funerales clandestinos en los municipios de Trancoso y Río Grande.
Después del ataque de Los Zetas muchas familias huyeron debido a que durante 18 horas los cadáveres de los dos pistoleros, no identificados, permanecieron tirados porque al poblado no llegó la policía ni hubo presencia militar para resguardar el lugar.
Un miedo colectivo surgió de la posible venganza. Se desconocía si Los Zetas volverían para atacar a todo el pueblo o sólo a la familia Ortiz, por lo que muchas familias se internaron en el monte, donde permanecieron varios días hasta que llegó la Policía Estatal.
Otras más simplemente se fueron y aún no regresan. Dejaron abandonadas casas y animales domésticos. “Mire, esos caballos andan libres en manada todo el día. Son de una familia que huyó”, dijo uno de los pocos hombres que deambulan por el pueblo.
Ni música ni risas
En todo el poblado zacatecano hay silencio y en ninguna casa se escucha la música que transmite la radio, como sucedía antes. Tampoco se escuchan las risas de los niños, quienes dejaron de asistir a clases, y la mayoría de las tiendas están cerradas.
Algunos se arriesgan a montar a caballo y otros a recorrer unos 50 kilómetros en sus vehículos para comprar provisiones, por un camino estrecho de terracería entre huizaches y remolinos de polvo.
El temor de los habitantes se mantiene, a pesar de que el gobierno estatal decidió destacar en la entrada del poblado Villa Cárdenas un numeroso contingente armado.
Se respira miedo y al ingreso de vehículos al pueblo la gente se esconde en sus casas.
En tanto, la hija del delegado secuestrado no pierde las esperanzas de ver regresar vivo a su padre.
Cargos que pesan
Preocupado, el alcalde de Francisco R. Murguía, Alfredo Ortiz del Río, intenta mantenerse firme, pero admite que su municipio está rebasado por la delincuencia y por eso su policía acudió al llamado de los pobladores de Villa Cárdenas, pero se retiró en espera de apoyo del gobierno estatal.
Nieves, la cabecera del municipio, cuenta con seis policías por turno, dos patrullas y una decena de armas “que no están al nivel que usan esos grupos”, admitió el alcalde
El municipio zacatecano cuenta con 21 mil habitantes en 73 comunidades que actualmente enfrentan problemas por la sequía que ha afectado la agricultura y la ganadería, lo que ha llevado a 30% de su población a emigrar hacia Estados Unidos.
El alcalde admitió que con la presencia de grupos delictivos, la situación del municipio “se ha complicado”, aunque está consciente de que la inseguridad y la delincuencia organizada azotan a todo el país. “No queda más que seguir adelante”, agregó
domingo, 6 de marzo de 2011
FELIZ 258 ANIVERSARIO CIUDAD MIER
Es de reconocerse la fuerza y el valor moral de la ciudadania que aun resiste vivir en Mier, esperamos que sea una exhortacion a su Alcalde a que no los deje morir solos y busque un futuro digno para ese pueblo tan hermoso que lo apoya aun sabiendo que es muy probable que no encuentre respuesta a sus necesidades.
HOY CELEBRARON DE UNA MANERA MUY POCO COMUN EL ANIVERSARIO 258 DE CIUDAD MIER: ASANDO 258 POLLOS, UNO POR CADA AÑO.
HOY CELEBRARON DE UNA MANERA MUY POCO COMUN EL ANIVERSARIO 258 DE CIUDAD MIER: ASANDO 258 POLLOS, UNO POR CADA AÑO.
PREPARANDOSE PARA SU ULTIMO STREAPTEASE
LA ULTIMA PRESENTACION, ¡ESO MI POLLOS NO SE RAJEN! ¡TODOS EN CORO!
¡FELIZ 258 ANIVERSARIO CIUDAD MIERRRRRR!
miércoles, 2 de marzo de 2011
SOBRE EL FORO DE CIUDAD MIER
Se le comunica que hemos integrado un foro a esta pagina para que las personas puedan postear y comentar libremente sin necesidad de registro de una manera anonima como lo han solicitado, ahora solo se les pide que lo hagan con responsabilidad, gracias
tambien tenemos el link aca CIUDAD MIER http://117888.forums.motigo.com/
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