miércoles, 24 de noviembre de 2010

LLEGUE TARDE



Llegué tarde con mis palabras, y te encontré en pedazos mi Mier... los quise unir, pero no pudo ser.



Llegué tarde con mis palabras, que experiencias tan amargas todo lo que viví y pude ver.

No había nadie que me escuchara, me tope con ojos sin lágrimas y a nadie que las derramara.
Llegué tarde, alguien ya había entrado y había hurtado las lagrimas de mi pueblo, el pueblo de mi juventud, mi Mier, tan amado.
Mataron su gente, sus cuerpos robaron y sus almas sin rumbo, solas marcharon y los que no huyeron, con saña inaudita los decapitaron,

sacaron el infierno y fueron quemados, acompañados también de sus seres amados.
Caminé sigilosa por las aceras, buscando a quien no se me había perdido, levanté mi cabeza tratando de recoger un grito, un grito que nadie hubo proferido, encontré violencia y desolación.

Llegué tarde a tu conciencia, ala de ellos, ya todo estaba perdido. Las nubes heridas, por plomos candentes, disparos errados de jóvenes manos manejando armas torpemente.
Nubes heridas que sangran goterones de agua, lavando los suelos manchados absurdamente de sangre.



Llegué tarde, no había nadie, solo cenizas y escombros, y ecos callados en momentos oscuros.

La esperanza había huido, llegué tarde y corrí a la iglesia; alguien me dijo que no tenia sentido y con mi corazón herido recogí a los mios, pero los otros no estaban, andaban perdidos.

Llegue tarde a una fiesta que no me invitaron en la cual los comensales unos a otros mataron, y yo, enmedio, abrazando a otros que como yo, no fueron solicitados, y tuvimos el mal tino, de estar atravesados.


Autora: JASG

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